lunes, 20 de febrero de 2012

Nacimiento del Pop Art

El Pop Art, que viene a significar “Arte Popular”, fue un término acuñado por el crítico inglés Lawrence Alloway para designar un movimiento que se empezó a desarrollar desde finales de los años 50 hasta principios de la década de los 70. Aparece en Gran Bretaña y en los Estados Unidos de América, y posteriormente se populariza hasta extenderse por el resto de Europa, tratándose esencialmente de un movimiento artístico occidental que ha ido creciendo bajo las condiciones consumistas, capitalistas y tecnológicas de las sociedades industrializadas.

La primera obra de origen británico se le asigna al artista Richard Hamilton con su famoso collage titulado: ¿Qué es lo que hace de los hogares de hoy en día tan diferentes, tan divertidos?

Se trata de un collage fotográfico que ataca directamente a la sociedad de consumo, al erotismo, al culto al cuerpo, a la publicidad y a la tecnología doméstica que intenta a menudo disimular una sociedad vacía de contenido que tan sólo se decantaba por la apariencia y la estética. Introduce ya elementos reveladores tales como la televisión, el magnetófono o el póster de una viñeta de cómic.

 El surgimiento del Pop Art, viene originado por diversos factores sociales que propiciaron las condiciones favorables para que se llevara a cabo el nuevo estilo artístico, estos factores son, entre otros, el “boom” de Hollywood y la fama de las estrellas "hollywoodienses", el reciente marketing de los productos de consumo puesto en marcha, los nuevos electrodomésticos recién incorporados en la vida diaria, la fe y el optimismo de la sociedad en el progreso y el desarrollo después de una época de posguerra y depresión. Todos estos factores mencionados sucumbieron en una manifestación pictórica cultural que toma como motivos de inspiración hábitos de la vida diaria, reflejando la realidad de esa época.

El Pop Art se trata de una reacción hacia el Expresionismo abstracto, que lo tacha de ser un movimiento vacío y elitista, el cual tiene como objetivo llegar a cierto grupo social con poder adquisitivo y alto nivel cultural, dando de lado a la sociedad media que no era capaz de entender el Expresionismo abstracto, por tanto se le considera a éste, apartado de la sociedad y excesivamente intelectual. 
De este modo, el rechazo del Pop Art hacia el Expresionismo lo hace precisamente mediante el realismo, cuyas imágenes están basadas en el ambiente urbano de las grandes ciudades. Así, con temas cercanos a la población, con motivos que la sociedad podía identificar como propios, con escenas que podían descifrar, la sociedad de masas se sintió cercana al movimiento y lo acogió en seguida; apreciado y aceptado por el público gracias a sus formas fáciles y sencillas, y a sus contenidos que podían ser captados sin demasiada complejidad. Surge, pues, un acercamiento entre la cultura recreativa y la de alto nivel.

Uno de los objetivos del Pop Art en el ámbito artístico es elevar los objetos de la vida diaria moderna a obras de arte, con una ambigüedad e intencionalidad que no todo su público sabía captar. El Pop Art no es simplemente un movimiento que pretendiera acercarse con imágenes de la vida al espectador, sino que tenía una ambigüedad intrínseca que hacía de cada obra, no sólo era una realidad sino una crítica o una ironía, donde lo cotidiano se vuelve interrogante.

Todo esto nos lleva a otro aspecto del Pop Art, como es la revalorización de lo trivial que se efectuó a muchos niveles. Lo kitsch, los souvenirs, las imágenes de la industria de consumo, las estrellas de los medios de masas, los envoltorios, los simbolos publicitarios, etc. fueron tomando protagonismo en lo que al contenido de las obras de arte se refiere; e influyeron en la sociedad de tal modo que cualquiera podía coleccionar baratijas, adorar el mal gusto, leer cómics, comer sándwiches y comida enlatada, beber Coca-Cola, etc.

miércoles, 17 de febrero de 2010

La Seat.

La Seat (Sociedad Española de Automóviles de Turismo) se fundó en el año 1950 y en un principio su fábrica, establecida en Barcelona, de lo único que se encargaba era de atornillar piezas de procedencia italiana.

Uno de los automóviles más importantes de la historia de diseño automovilístico español, fue sin duda el Seat 600 sacado al mercado en 1957 por un precio de 73.500 pesetas y diseñado originalmente por Dante Giacosa; se trataba de pequeños coches de cuatro plazas cuyo eslogan publicitario decía: "para la familia y el hombre de negocios". Ha causado gran repercusión no sólo en el mercado español, sino en todo el mundo, por muchas cualidades que nos ofrecía como su reducido tamaño, habitabilidad en su interior y su inteligente colocación de las puertas. Constaba de un motor de 633 centímetros cúbicos, con 21,5 CV a 4600 revoluciones por minuto.

En 1963 salió la segunda versión del 600, el Seat 600 N al que aumentaron la cilindrada hasta los 767 c.c. y la potencia hasta los 25 CV a 4800 rpm. Las modificaciones estéticas del exterior incluyeron un embellecedor lateral, las luces intermitentes se situan bajo los faros delanteros, y los parachoques dejaron de tener sección plana. En el interior, el arranque se situó en el centro del salpicadero y los mandos a la izquierda del volante.

En 1970, salió la tercera versión, el Seat 600 E, cuyas modificaciones se centraron en la parte estética dejando a un lado el ámbito mecánico. Las puertas de este coche se abren de la forma actual, facilitando la entrada a la parte trasera; también sufrieron modificaciones el adorno frontal y los faros, de manera que se abultaron más, y el arranque fue reubicado en la columna de dirección con la incorporación de sistema antirrobo.

Dos años más tarde, apareció el 600L, una edición algo más lujosa que las precedentes con un motor de 28 CV. Los interiores estaban forrados de negro para darle un toque más elitista.

No obstante, la empresa Seat no se dedicó únicamente a sacar modelos mejorados del original 600, sino que paralelamente surgieron nuevos modelos dentro de la misma marca. Ejemplo de ello es el modelo 1400, el primer modelo de Seat que se ha fabricado en sus diferentes versiones; o el Seat 1500 que sustituyó al 1400 en el año 1963, cuando ya llevaba éste último en el mercado casi quince años.
Seat 1400
 
1500

Diseño italiano y su influencia en el diseño español.

Es cierto que el diseño italiano influyó en muchas industrias de muchos países, y no fue menos para España, que tomó como ejemplo el diseño que aportaba a los bienes de consumo Italia, y como su industria se vio enriquecida por la aclamación del diseño de estos productos que eran del gusto de la sociedad, con una funcionalidad apropiada y una estética que no pasaba desapercibida.

Pero el poder adquisitivo de España y los acontecimientos históricos, culturales y políticos no dejaron oportunidad a nuestro país para competir con el diseño italiano hasta la década de los ochenta.
Donde el Grupo Memphis fundado por Sottsass contó con el diseñador español Javier Mariscal que se abrió un hueco en el mundo del diseño industrial, y fue influenciado por el diseño italiano. Su trabajo como diseñador de mobiliario le lleva a participar en la exposición "Memphis, an International Style" en 1981.

Diseño italiano y sus diferencias con el diseño de otros países.

Sí, estoy totalmente de acuerdo con que Italia ha sabido encontrar la manera más adecuada de tratar la estética de los productos de diseño industrial. Han sabido, no sólo darle una parte funcional adecuada a las necesidades a las que va dirigido el producto en sí, sino que lo han dotado de una atractiva estética original y atrayente al público, de manera que ha sido aceptado y reclamado por las masas y reconocido en todo el mundo como un buen diseño, al que se le ha sabido aportar emoción y aspectos subjetivos que van más allá de lo racional y funcional.

Los facotres tanto políticos como sociales y culturales también han sabido acompañar la evolución que ha tenido la industria del diseño en Italia, desde la década de los años cuarenta hasta hoy día, podemos observar que se han ido reflejando todos los acontecimientos históricos que han ido sucediendo en este país. Y es obvio que económicamente el diseño italiano ha aportado a Italia gran capital y beneficios desorbitados en comparación con otros países menos desarrollados en industria y en diseño.

Por otro lado, también es propio decir, que el diseño a surgido de la arquitectura de una forma inesperada, algo sin ser forzado y tratado con mucha naturalidad y sencillez dentro de la complejidad de su original estética aclamada por todo el mundo y de un gusto exquisito.

Rolls-Royce


Charles Stuart Rolls era un aristócrata de procedencia británica al que le apasionaba la competición y fue uno de los pilotos automovilísticos más relevantes de su época.
Estaba convencido de que había un gran mercado en lo que se refería a coches de lujo y el mundo automovilístico estaba incipiente por ese entonces; por ello se asoció con el ingeniero Frederick Henry Royce, y entre los dos consiguieron diseñar uno de los coches de estilo inglés más refinados de toda la historia.
El primer modelo de Rolls-Royce fue presentado en la Exposición del Automóvil de 1904, distinguiéndose la marca desde ese momento por la clásica parrilla de su radiador, tenía un motor de dos cilindros y 1.8 litros.

Aunque la consagración definitiva de la marca no vino hasta la aparición del Silver Gost, del que se fabricaron casi 2700 unidades entre los años 1906 y 1914.
 Stuart Rolls se mató en un accidente con un biplano en 1910 (era un gran aficionado a la aviación). Y por aquellos tiempos los coches Roll-Royce con el famoso “Spirit of Ecstasy” (el espíritu del éxtasis), estatuilla realizada por Charles Sykes y  que según él era “una pequeña y graciosa diosa”, que era colocada sobre la tapa del radiador. Fue moldeada en bronce con un tamaño de alto de alrededor de 7 pulgadas en 1911. En la actualidad las “Spirit of Ecstasy” se elevan a 3 pulgadas y son montadas en un mecanismo de resorte diseñado para retraerse inmediatamente dentro de la cubierta del radiador si se le empuja en cualquier dirección.



INVENTOS DE GUERRA.

Muchos de los artículos que utilizamos hoy en día tienen una explicación a su origen en la historia, y este origen son las guerras que se han ido sucediendo a lo largo del siglo XX.
La mayoría de los diseños que nos rodean vienen ideados y diseñados a partir de una necesidad, y en época de guerra hay muchas necesidades. Los diferentes bandos militares, los ejércitos, competían unos con otros para lograr cierta ventaja en cuanto a indumentaria, preparación, tecnología, armas, etc. respecto a sus enemigos. Es por ello que podemos mencionar algunos de los muchos avances que hoy disfrutamos gracias a las necesidades de una guerra:

- La maquinilla de afeitar de cuchilla desechable fue inventada por King Camp Gillette en 1895, pero la entrada de EE.UU. en la I Guerra Mundial supuso un gran auge para este invento. Hasta que no apareció este artilugio, los hombres se afeitaban con una navaja, mediante métodos más rudimentarios.
- La comida enlatada. Surgió bajo la necesidad de tener comida en buen estado para los hombres que iban a la guerra durante largos periodos de tiempo. Teniendo en cuenta que no existían congeladores ni embasados, en aquella época fue todo un adelanto esta clase de innovación, que para conservar la comida utilizaban procedimientos clásicos como el secado de algunos alimentos o el mantenerlos en sal.
 - El internet. Surgió bajo la necesidad de comunicarse y de planear estrategias secretamente; en su origen era algo muy primitivo y de uso más o menos exclusivo, que no tiene mucho que ver con el internet que hoy en día podemos disfrutar todos.
- Además, muchos materiales plásticos fueron desarrollados por estudios de científicos para poder obtener el mejor material frente a la competencia.
- Durante la II Guerra Mundial apareció un vehículo todo terreno que sería utilizado para múltiples versiones. El proyecto desarrollado por Ford y Willys-Overland en 1941, sería conocido popularmente por los soldados como “Jeep”, por el hecho de atribuirle poderes sobrenaturales. Su aparición en la vida civil se dio sólo unos años después.

Jacobsen y Panton. Los precursores del diseño danés.


Arne Jacobsen es un referente tanto del diseño como de la arquitectura danesa del siglo XX y es el encargado de introducir en Dinamarca los diseños modernistas. Jacobsen aspiraba siempre a encontrar los límites de la idea, del diseño, de la tecnología y de los materiales, es por esto que siempre estuvo en un continuo reinventar, y es algo que muchos coetáneos no supieron hacer.
Los materiales a los que solía recurrir eran el plástico, de una manera esencial, y la madera.
Jacobsen se dejaba influenciar por la belleza de los espacios naturales, ya que era un apasionado de la naturaleza, y nos podemos percatar de ello en sus diseños.
Algunos de los diseños más extraordinarios y famosos de Arne Jacobsen que hoy día siguen siendo muy aclamados son el sillón Huevo, la silla Hormiga o la silla Cisne.
Por otro lado, Verner Panton es otro arquitecto y diseñador de origen danés, cuya obra tanto arquitectónica como de producción industrial es el resultado de sus estudios de investigación sobre las formas, los materiales y los colores.
Una de las grandes influencias en la vida profesional de Panton fue Arne Jacobsen, en cuyo estudio trabajó desde 1950 a 1952. Panton, junto con Jacobsen, ganó una valiosa experiencia para su posterior trabajo de diseño a la hora de interesarse por nuevos materiales y buscar una adecuada producción tecnológica.
Panton deseaba diseñar productos que fueran económicos y de gran calidad, que pudieran estar al alcance de todo el mundo.
Sin duda podemos decir que este diseñador revolucionó el diseño de muebles y accesorios para el hogar con el empleo del color y con sus formas orgánicas que le caracterizaban.